He aquí una traición tan inesperada como efectiva cuando el primero de los jugadores descubre que se puede cruzar el barranco por la tirolina, hace el recorrido, vuelve y anima a sus amigos a hacer lo mismo.

Se trata de un juego de supervivencia y terror llamado The Forest donde se supone que hay muchos peligros por todas partes capaces de acabar con los personajes… Pero claro, no es lo mismo ser traicionado por un judas de tu propio equipo que comido por bichos hambrientos del tenebroso bosque.

En fin, otro gran momento en la era de los juegos «cooperativos» a base de puñaladas traperas.

Según cuenta la BBC a partir de una nota del Ministerio de Agricultura y Alimentación de la Región de Moscú unos granjeros están probando a ponerles gafas de realidad virtual a las vacas lecheras. El objetivo es reducir su ansiedad, que estén más tranquilas y produzcan más leche.

Hay mucha gente comparando la situación con el argumento de The Matrix, donde las vacas viven en un plácido mundo irreal mientras las ordeñan. Y jocosamente apuntan también a que en ese caso, con toda propiedad, la vaca de la foto sería…

«Keamuu Reeves»

Aunque estos pequeños bólidos a radiocontrol no van excesivamente rápido en términos «absolutos», a su escala unos pocos km/h equivalen a velocidades escalofriantes, sobre todo vistas en modo subjetivo. El buggy en cuestión es un Agama A319 escala 1:8 pilotado por Ryan Lutz y la cámara una GoPro Hero 8 con una estupenda estabilización (y el modo HyperSmooth).

El circuito cerrado está en una gigantesca nave en Padova, Italia. En el blog de Lutz hay más vídeos y detalles técnicos sobre el buggy en cuestión, además de sus impresiones de las últimas pruebas internacionales, incluyendo una llamada los Southern Nationals 2019 con un circuito completamente de arena.

Un señor ve a un perro jugando con un Gran Maestro de ajedrez. Asombrado exclama: «¡Madre mía! ¡Un perro tan inteligente que ha aprendido a jugar al ajedrez!» A lo que el Gran Maestro responde: «Sí, pero no se crea que es tan listo: sólo me gana dos de cada cinco partidas».

La siempre divertida gente de Studio C tiene este sketch sobre el famoso experimento científico de los monos encerrados en una habitación con máquinas de escribir. La cosa es una variante del teorema del mono infinito que dio a conocer el matemático Émile Borel en 1913, pero el final es un tanto… distinto y divertido.

A mi siempre me hace una gracia tremenda la gente disfrazada de mono realista, a lo 2001 o Planeta de los simios, así que sumado a una buena historia son cinco minutos de sketch bastante graciosos. No tanto como la mona chita explicando las diferencias genéticas entre simios y humanos, pero casi.

Esa atracción llamada SkyTower está en el Tivoli Friheden de Dinamarca. Es tan simple como soltar a alguien desde 30 metros de altura, sin paños calientes.

A la gente le ponen un casco y un especie de sillita protectora para la espalda; caen a plomo sobre una gran red por acción de la gravedad. ¡Newton estaría orgulloso! Parte de la diversión consiste en la charla y el vacile de los operadores de la Torre con la gente, aguantando ahí en tensión esperando al mejor momento para soltar a los visitantes cuando menos se lo esperan.

Es un vídeo de Nicolai Bennick.