Tener un hogar «completamente inteligente» y futurista suena bien… Hasta que todo está controlado por voz y te toca ir al dentista. ¿A quién no le ha pasado algo parecido con Siri, Alexa o el asistente de Google?
Es un anuncio noruego de una cadena de supermercados.
Este modelo a radiocontrol de un Destructor Estelar de Clase Imperial del universo de Star Wars está construido con poliextileno expandido y algo de aluminio para darle estabilidad y que a la vez sea ligero. Varias hélices lo propulsan y hacen manejable una vez en en el aire. Sus dimensiones son generosas: 5 metros de largo y 3 metros de envergadura (ancho).
Para construirlo pero primero hicieron un modelo más pequeño (de aproximadamente un metro de longitud) con el que comprobaron si la idea era viable y se podía controlar la nave con los alerones. Una vez listo, el problema era lanzarlo. Lo solucionaron poniéndolo encima de una furgoneta en movimiento.
Uno de los momentos más divertidos es cuando usan un dron con una mini-maqueta de un Halcón Milenario para grabar una especie de secuencia de persecución [10:00]; el resultado es bastante curioso.
Yo creo que ni los propios constructores se llegan a creer que el Destructor funciona hasta que lo ven volar; una vez en el aire el control es bastante sencillo pero no les lleva muy lejos tras dar unas vueltas por el sembrao. El pegamento de la torreta cede y luego pierde estabilidad; el chof final es también muy de película.
En este cortometraje Fabrice Mathieu nos muestra lo que sucedería si Skynet enviara varios T-800 al pasado y la cosa se liara demasiado. Para el montaje ha utilizado escenas de un montón de películas de Schwarzenegger, incluyendo todos los Terminator y Commando, El fin de los días, El último gran héroe, Desafío total, Mentiras arriesgadas y otras. Tan complicado y divertido como suena.
Esta Roomba desesperada de la dura vida y el ingrato trabajo de limpieza diaria sin fin intenta asfixiarse con una bolsa de plástico para acabar tirándose por la escalera. Increíblemente el gato de la casa anda por ahí sin enterarse de que algo terrible estaba a punto de suceder.
Sólo cuando la pequeña robotita aspiradora se ha reunido ya –por piezas– con el Dios de la biomecánica el gato armando un pitostio de ruidos el gato se asoma a mirar qué demonios es lo que ha ocurrido.
El Canon en re mayor de Pachelbel es una obra musical universalmente conocida. No tengo muy claro si el señor Johann Pachebel se sentiría orgulloso de verla interpretada con pollos de goma o si se reiría con el famoso monólogo musical Pachebel Rant de Rob Paravonian. Pero esta versión interpretada con los sonidos que hacen los trenes al pasar tiene un encanto especial.
El principio desde luego mola cantidubi, luego ya se convierte en un pequeño galimatías. Aunque sonar como el Canon, suena.
Bonus: Lo que nadie sabe de El Canon de Pachelbel, de Jaime Altozano, otro divertido y nada calmado vídeo estilo youtuber respecto a la magna obra «… que es una versión que grabó un señor random del siglo XX, porque el Canon original es del siglo XVII y algunas de las cosas que asociamos ahora a este canon, no son de Pachelbel». WTF ×2.