Por Nacho Palou — 8 de Mayo de 2017
En el minuto 2:23 del vídeo se puede ver cómo el alerón del Porsche 911 GT3 Will Hardeman se desprende (posiblemente dañado por algún pequeño golpe anterior) y el piloto pierde totalmente el control del vehículo.
Una buena demostración de la utilidad de este accesorio que, mucho más allá de la “estética deportiva”, utiliza la fuerza del aire para “pegar” la parte posterior del coche al suelo ejerciendo varios cientos de kilos de fuerza vertical sobre el eje que transmite la potencia al suelo cuando circula a alta velocidad. Vía Blackflag.