Aunque estos pequeños bólidos a radiocontrol no van excesivamente rápido en términos «absolutos», a su escala unos pocos km/h equivalen a velocidades escalofriantes, sobre todo vistas en modo subjetivo. El buggy en cuestión es un Agama A319 escala 1:8 pilotado por Ryan Lutz y la cámara una GoPro Hero 8 con una estupenda estabilización (y el modo HyperSmooth).
El circuito cerrado está en una gigantesca nave en Padova, Italia. En el blog de Lutz hay más vídeos y detalles técnicos sobre el buggy en cuestión, además de sus impresiones de las últimas pruebas internacionales, incluyendo una llamada los Southern Nationals 2019 con un circuito completamente de arena.