Por @Alvy — 27 de Diciembre de 2020

Daniel Grindeland ha aprendido a moverse gimnásticamente al revés de modo que cuando graba un vídeo y luego lo reproduce en sentido inverso él parece moverse de acuerdo con naturalidad según las leyes de la física y el resto del mundo justo lo contrario… Algo que resulta muy chocante dado que sabemos que no se puede revertir el tiempo.

Tras la primera escena comienza lo bueno; es difícil distinguir si la grabación está invertida temporalmente o no. Básicamente lo mismo que les sucedía a los protagonistas de la película Tenet de Christopher Nolan.

Me recordó un poco a los elaborados montajes de Eran Amir donde es todavía más difícil discernir el sentido de la flecha del tiempo.

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