Por @Alvy — 3 de Marzo de 2017

Echarte un propulsor estilo jetpack a la espalda parece buena idea para esquiar cuesta arriba o para desplazarse en horizontal por las pistas sin apenas esfuerzo. Eso es lo que hizo Filip Flisar, que ayuda de un amigo ingeniero construyó este curioso equipamiento.

Dicen que ha llegado a unos 120 km/h de velocidad punta (seguramente cuesta abajo) y su única pega es que el chorrazo impulsor alcanza temperaturas de unos 850 ºC, lo cual puede ser contraproducente si te encuentras cerca.

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