Este tío dice que se ha pasado meses inventando mecanismos y haciendo pruebas para cocinar un pollo a hostia limpia, básicamente utilizando un motor que mueve una barra que golpea el pollo (metido en una bolsa) con el objetivo de calentarlo lo suficiente como para que se cocinara. Aunque afirma haberlo conseguido, en lo que he podido ver en el demasiado largo vídeo es que consigue cocinar un trozo de carne poco hecha, no un pollo ni nada que se le parezca –ni por asomo el de la foto– y de hecho queda más bien crudo sin que haya pasado de los 40 o 50°C.
Teniendo en cuenta que normalmente un pollo asado se cocina en el horno a entre 200 y 250°C se antoja difícil conseguir algo a mucha menos temperatura, pero ante la desesperación el protagonista se marca 60°C como temperatura objetivo. La máquina además es un absoluto desastre energético, consumiendo unos 7.500W (lo normal son unos 2.500 ó 3.000W) y horas de fostiado al pobre pollo, por no hablar del ruido.
Si hubiera leído sobre La estrambótica y medio científica idea de cocinar un pollo a hostias, abofeteándolo a 6.000 km/h (Mach 5), que publicamos hace un par de años, habría visto que el asunto no es fácil y que harían falta unas 23.000 «hostias estándar», o bien un buen hostiazo a Mach 5, con lo que el pollo no solo no lo «oiría venir» sino que se generaría tanta energía que «cocinaría» el pollo al instante… suponiendo que pudiera resistir el golpe, claro.