Lo sorprendente de este hack-invento es que funciona, y tiene su complicación. Se trata de una pistola que lanza mascarillas, así como suena. Se pone la mascarilla higiénica en un extremo y se pulsa el gatillo. Entonces unos pequeños pesos atados a las cuerdas de la mascarilla salen disparados arrastrándola en su trayectoria; los mismos pesos hacen el resto al enredarse tras la cabeza del objetivo para que quede «fijada»… más o menos.
Allen Pan, el inventor de esta divertida aberración, explica en su canal de YouTube Sufficiently Advanced que no es que sea fácil acertar, es que es casi imposible. El vídeo está lleno de fails que lo demostran, pero bueno, por intentarlo… ¡Todo sea por la salud pública! Especialmente en un sitio como los Estados Unidos en los que la gente parece ser más bien reticente a las medidas de este tipo.
Como vídeo hackeril-educativo no tiene precio; como invento práctico lo es poco – pero permite unas risas. Además de eso también se pueden verse algunas de las mejores escenas de esas extrañas gentes antimascarillas al principio del vídeo.