El ser humano tiene esas grandezas: desarrollar ciencia, ingeniería y tecnología capaz de cosas increíbles para los usos más burdos posibles. Y no estamos hablando solo del palo selfie o de los cáctus anti-radiaciones. Aquí nos enfrentamos cara a cara con el poder de lo sobrenatural y divino.
Se trata de un brazo robótico desarrollado por Patil Automation, desarrollado por una empresa india. El brazo es capaz de realizar un complejo ritual robótico con velas delante de un dios hindú. No sabemos para qué sirve ese ritual, si es para dar buena suerte, para pedir cosas o para agradecer la buena salud. La cuestión es… ¿Funciona para la persona propietaria del robot? ¿O para quien haya fabricado el robot? ¿O para el propio brazo robótico?
Son cuestiones filosóficas que se nos escapas, pero si empiezas a ver robots en los confesionarios, repartiendo hostias o rezando el rosario no te asombres. Parece que es parte del natural avance tecnológico del homo sapiens.