El lag (retardo) es inherente a muchos tipos de comunicaciones: pequeños retrasos de centésimas o décimas de segundo que aunque parezca increíble por su ínfima duración dificultan enormemente el entendimiento haciéndolo incómoda o a veces imposible. En Internet hay otras variantes y si has sufrido de lag en los videojuegos multijugador y ves a algunos personajes morir antes de que los disparen, o tu muñeco quedarse estático aunque estés moviéndolo con el joystick, ya sabes de lo que hablamos…
En lag completo en los sentidos, tanto visual como auditivo, es una auténtica pesadilla, aunque también resulta muy divertido. Lo han escenificado en este vídeo unos expertos con ayuda de un sistema de realidad virtual Oculus Rift – y todo para promocionar un proveedor de Internet sueco. Con retardos de 0,5 a 3 segundos, mi ejemplo favorito por hilarante es el del huevo en la cocina, aunque el resto no están tampoco nada mal.