Por Nacho Palou — 16 de Diciembre de 2015

La idea en realidad tiene sentido: consiste en utilizar células de combustible microbiales que producen electricidad cuando se bombea orina a través de ellas; el bombeo se produce al caminar y pisar los tubos de gomas. Como primera prueba los investigadores han desarrollado un dispositivo de bajo consumo eléctrico pero no descartan que en el futuro su método permita suministrar electricidad a dispositivos wearables.

O dispositivos guarrables, más bien.

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