Después de años dado de baja de la armada yugoslava el Vis fue hundido en la bahía de Polje para que sirva como hábitat marino y como punto de interés para los buceadores…
Pero en un ejemplo de descoordinación que deja en ridículo a la mítica descoordinación que nos gastamos los microsiervos aún había dos personas a bordo cuando hicieron estallar las cargas explosivas destinadas a hundir el barco.
En el vídeo de arriba se ve a uno de ellos en el puente y como, ahí por el minuto y cinco segundos, le estallan literalmente en la cara las primeras cargas.
Aún así el tipo se lo toma con calma para ir a popa, donde está su compañero, y para abandonar el barco… Supongo que pensó que alguien se daría cuenta de que aún estaban a bordo y de que no harían estallar el segundo juego de cargas… pero no :S
Afortunadamente los dos vivieron para contarlo.
(gCaptain vía Pepe Cervera).