Por @Alvy — 2 de Enero de 2014
La todopoderosa ciencia también se ocupa de asuntos mundanos; en este caso de la sensibilidad de los perros a las pequeñas variaciones en los campos magnéticos. Es un trabajo sucio, pero alguien tiene que hacerlo, así que unos científicos anotaron cuidadosamente sus largas y sesudas observaciones para concluir que
Miko y Luka «alineándose» antes de… tal – (CC) Colby Stopa @ Flickr
Tras medir la dirección del cuerpo de 70 perros de 37 razas distintas mientras defecaban (1.893 observaciones) y orinaban (5.582 observaciones) durante un periodo de dos años (…) ordenamos los datos, de donde se pudieron extraer ciertas preferencias direccionales estdísticamente hablando (…)
¡Guau!
(Vía Neatorama.)