Con las montañas de Castle Valley (Utah) como escenario esta semana Théo Sanson caminó casi 500 metros sobre una cinta de un magnífico pico a otro para marcar un nuevo récord del mundo. Este deporte de equilibro se llama slackline y se diferencia del funambulismo tradicional en que se practica con una cinta plana; en el funambulismo se utiliza un cable metálico tenso.
La cantidad de cosas que pueden salir mal en la realización de esta proeza es impresionante; esto hace que se utilice una doble cuerda y el equilibrista lleve además una sujeción de seguridad. Pero mantener el equilibrio sin pértiga es especialmente difícil. Y tal y como explican en el vídeo, tan importante como cruzar el vacío es tender la cinta, que necesita mantener cierta tensión – y cruzarla de lado a lado tampoco es trivial.
Muy apropiado vídeo ahora que pronto se estrenará The Walk en España, la película sobre una historia real que ya se narró en Man on Wire.