Por Nacho Palou — 24 de Noviembre de 2016
Un ejemplo de cómo la estupidez humana se contagia a los robots: este aspirador Roomba que se ha quedado ciego por una bolsa de plástico que tapa su sensor da vueltas sin rumbo por la vivienda, hasta que el aspirador cae por las escaleras destruyéndose con una violenta explosión (perdón por licencia narrativa) sobresaltando al gato.
Con lo fácil que es incorporar un
if (No_ves_un_carajo) then (JUST_FUCKING_STOP)