Por @Alvy — 22 de Noviembre de 2007
Tras «oler a cuerno quemado» y comprobar el calendario y los avatares de la videoconsola, concluyó que un desconocido y el avatar de su mujer habían jugado mucho a los bolos.
Como dice la no-noticia, «Wii: grandes momentos de entretenimiento, pero también disgustos.»