Por @Alvy — 26 de Abril de 2011
Debido a un error de software, las puertas de un supermercado de Nueva Zelanda se abrieron una hora antes de lo previsto, de modo que los clientes pudieron entrar y hacer sus compras aunque no había cajeros para atenderlos. El resultado fue que más de una veintena de clientes rellenaron sus carros y salieron pagando por las cajas de autoservicio (!) Pero la mitad de los que entraron, al no poder pagar o hacer que alguien revisara sus compras (por productos como las botellas de alcohol) simplemente pensaron que «aquí hay que aprovechar» y salieron de la tienda sin pagar nada. Dentro vídeo.