Andaba mirando pelis en Netflix cuando me percaté de que en la versión Netflix el bueno de Paul Atreides lucha encarnizadas batallas con sus aliados por el poder de las especias. El protagonista de la peli, el nuevo MasterChef.
Y hago énfasis en la ese final porque tanto en los libros como en la película queda claro que la sustancia extremadamente preciada de Arrakis es la especia, no las «especias» que son… los condimentos de cocina. Es como lo de cobrar en especies o especias en vez de «cobrar en especie».
Un cero para el rotulista de Netflix y a ver si se les da mejor en la siguiente parte de Dune, o nos encontramos con que los Fremen no luchan por el futuro de la galaxia sino por la última pizca de pimentón de la Vera.