Chandler Perry y sus amigos se han currado este proyecto de ultra-bajo presupuesto consistente en reducir Interstellar a tres minutos. ¿Cómo? Pagando la entrada de un museo de la NASA y comprando unas cajas de cartón, cinta americana, guantes y disfraces en un bazar, unas pajitas de plástico y un kilo de mandarinas. El resto está rodado en ascensores, coches, la playa, una bañera y un dormitorio; los efectos especiales están conseguidos con el PC casero. El resultado es bueno por no decir hilarante.
Aviso: si no has visto Insterstelar ¡¡cuidadín!! no te vaya a spoilear parte del guión.
Comparado con el presupuesto de 165 millones del original la relación calidad/precio yo creo que es superior (WTF!)
Bonus: el tipo disfrazado con cajas de cartón haciendo de robot-cúbico y cayéndose en la playa.