A este robot de reparto ni la nieve, ni la lluvia, ni el calor, ni las tinieblas de la noche le impiden llegar a su destino. Incluso las cintas amarillas de «Policía / Escena del crimen / No cruzar» se la traen al pairo. Él simplemente se detiene, se lo piensa y cruza por todo el morro por donde ninguna persona osaría.
Hay que aclarar que el peligro parece evidente, pues la escena era la Escuela Secundaria de Hollywood, donde acababa de haber un tiroteo, pero incluso uno de los cámaras que están ahí rodando para la televisión le echa una mano levantando la cinta amarilla para que no la antena no se atasque, pero vamos… Que la prohibición era clara, clarita, meridiana. Estos robots no son del todo autónomos, suelen estar más bien «teledirigidos a distancia», así que alguien lo estaría conduciendo desde una ubicación remota quiensabeande.
Habiendo sucedido en Estados Unidos lo raro es que la policía no lo abatiera inmediatamente, algo que tienen cierta tendencia a hacer con los humanos. Suerte que solo era un robot de reparto.
(Vía IOT World Todady.)