La idea del Instituto Nactional de Tecnología Agropecuaria argentino es bien sencilla y la explicaré con palabras llanas: convertir los gases de los pedos de las vacas en una fuente energética. Así, sin paños calientes. De este modo nuestras bovinas amigas dejarían de contaminar tanto la atmósfera para pasar a convertirse en productoras de energía. ¡Y además dan leche y hasta las puedes hacer filetes!
Los interesados en este tema y en qué hacer para reducir la huella de carbono y especialmente la huella del agua correspondiente a ganado vacuno harían bien en ver Cowspiracy un documental donde se explica esta curiosa y problemática situación desde el punto de vista ecológico y de la sostenibilidad, con la dramatización del«toque conspirativo». TL;DR: hazte vegano.
(Vía Improbable Research.)