Por @Alvy — 7 de Junio de 2012
A veces es incluso difícil escribir algo de una forma tan… rematadamente retorcida:
Me vienen sándwiches y emparedados, pero samwichis… ¡Mis ojos, mis ojos!
(Esta tienda y otras del mundo del horror ortográfico estaba en la Pradera de San Isidro)