Esta bestia de los aires es un gran ejemplo del «molaría...» porque viendo las imágenes 3D uno se imagina ya surcando los aires en su panza. Pero también es un recordatorio de que juntando clips de vídeo y un poco de trabajo de diseño y 3D cualquier cosa es posible.
Dejando de un lado las cuestiones de la propia física, los equilibrios y estabilidad imposibles (como eso de tener un 747 «atracado» en lo alto de un mástil-ascensor) el invento se supone que funcionaría con energía nuclear «básicamente ilimitada». Así que según se dice, podría estar volando sin bajar a tierra prácticamente nunca.
Para este viaje no se necesitan tantas alforjas; seguramente un dirigible sería mucho más práctico, aunque igual de irrealizable en el tamaño propuesto. Piscinas, centro comercial, cine... ¿Te subes a los cielos para meterte en una sala a ver ¿Ocho apellidos marroquís? Venga ya.
En fin, lo dicho: un entretenido vídeo de algo básicamente imposible.