Por @Alvy — 1 de Abril de 2016

Pues sí: no es otro que Colin Furze, al que conocimos quitándose los calcetines con un lanzacohetes, despertando salvajemente en una cama hidráulica o construyendo bicicletas a reacción.

Ahora le ha dado por fabricarse un lanzador de granadas de termita, un material entre incendiario y pirotécnico (depende un poco de la fórmula). Sirve desde para destruir objetivos militares como para autodestruir equipamiento propio, a lo Mortadelo y Filemón.

El vídeo es espectacular, tal vez un poco sobreactuado (incluso para el panorama youtuber de gritos y exclamaciones actual) pero merece la pena. Ni que decir tiene que a nadie se le ocurra fabricarse uno para casa. Tampoco parece que sea especialmente fácil, pero por si las moscas, digo.

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