Por @Alvy — 7 de Septiembre de 2015

Este monje shaolín contó con un poco de ayuda gracias a las maderas flotantes –que proporcionan un mínimo apoyo de tracción– pero esas son las condiciones de la competición. Ignoramos las condiciones que había hace 2000 años cuando se estableció la primera marca.

Como manda la tradición, donó el premio a una ONG que ayuda a niños pobres.

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