Por Nacho Palou — 14 de Diciembre de 2015

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La ciudad de Woodland, en Carolina del Norte se opone a la ampliación de un huerto solar porque teme que no quede suficiente luz solar en la zona para que las plantas realicen la fotosíntesis. «Las plantas próximas a los paneles solares suelen estar marrones y secas» dice una profesora de ciencias del pueblo, ya retirada, «debido a que no reciben suficiente luz solar» por culpa de los paneles solares — que, por si fuera poco, además «causan cáncer» y matan gatitos.

Los paneles solares «chupan toda la energía del sol», sentencia su marido.

Vía BoingBoing, vía Stephen Fry.

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