La Busy Bar es uno de esos inventos que parecen a la vez geniales pero a la vez extrañamente inquietante. Tal vez sea porque la página parece una galería de objetos y muñecos dibujados en 3D, notablemente falsos, o porque las promesas son vagas: aumentar la productividad mostrando tu estado en una barra física bien visible. Habrá que ver.
El caso es que a mi me parece que este tipo de inventos que suenan estupendos no son más que otra excusa para procrastinar la procrastinación, ofreciendo una productividad «mágica» que en realidad nunca vas a conseguir. Se supone que con unos mandos y una pantalla sirve de reloj Pomodoro (cuenta atrás), para poner mensajes en rojo bien visibles cuando no quieres ser molestado y cosas así. Cual prodigio tecnológico además se conecta con las aplicaciones, de modo que sabe cuándo estás haciendo streaming, en medio de una videoconferencia, etcétera, para actualizar el estado automáticamente.
Por casi 190 dólares, unos 175 euros al cambio, a mi me parece que otras soluciones más agrestes hay (un huevo temporizador de cocina y un letrero escrito a mano y pegado con un celo, vamos) pero bueno, este es más chulo y tiene un mando de ruedecita, además de un selector físico a la vieja usanza.
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