¡La madre de Dios, qué miedo! Si estás aburrido de que tu anodina webcam solo te espíe de manera discreta la solución es la Eyecam de Marc Teyssier, una webcam con forma de ojo humano, así, como suena, con sus pestañas, cejas y que hasta parpadea. Puede mirarte fijamente como si fuese tu suegra en la cena de Navidad o echarte un vistazo de reojo de forma displicente. Porque, claro, una cámara que se limita a grabar vídeo en silencio sería demasiado poco inquietante.
Sus creadores pensaron que lo que realmente hace falta en el mundo digital no es privacidad, ni seguridad, ni control de datos, sino cámaras que te hagan ojitos. Está construida con un Arduino Nano y una Raspberry Pi Zero. En total mueve seis servomotores y transmite imágenes a 720p: incomodidad en (no tan) alta resolución.
El objetivo según su web es «reflexionar sobre nuestra relación con los dispositivos de vigilancia». Pero el objetivo no oficial es darte pesadillas con un ojo mecánico que te sigue por la habitación y parpadea con pestañas de silicona y pelos implantados uno a uno. Eso sí, todo en código abierto. Bienvenido al futuro: más vigilancia, pero ahora con cejas.