Iba a decir que el diseño de esta página merecía un aplauso a los diseñadores y al jefe de producto, pero luego me he dado cuenta de que mezcla inglés y español, se han dejado un [client name] y luego ya vienen los esperpénticos botones de Rechazar/Aceptar que en este caso son Botón / Botón.
Así que más bien felicidades a los agraciados de la agencia publicitaria que gestiona las cookies por tamaño despropósito.
Como su nombre indica, consiste en lanzar por los aires un servidor y atomarporc…&*%@&!!…(¡ejem!)procurar que llegue lo más lejos posible. Cada participante tiene dos intentos. El evento se celebró durante el CloudFest 2025, un festival-conferencia celebrado en Alemania hace una semana, con cerveza como «agente hidratador».
Según cuentan en la página, los orígenes del campeonato son clandestinos, porque durante 10 años fue un «deporte» que se practicaba sólo en los sótanos de centros de datos. Me lo creo. Es una combinación de deporte brutal, divertido y friki, tiene categorías masculina y femenina, con dos intentos por atleta y clasificación por distancia. Los servidores además deben pasar el pesaje y el chequeo aerodinámico para garantizar el juego limpio. De que los servidores funcionen o no, no se dice nada, ni tampoco de quién los aporta.
Parece ser que participaron un grupo de españoles, holandeses y también los campeones del año pasado: Bartosz «La Bestia» Wojciak y Dierk «El Máquina» Zienicke. Ya solo los nombres y las pintas acojonan.
Es una competición a veces calificada de cruel por el maltrato a los servidores, que sin duda dejó impactantes imágenes. Como decían en los preliminares: «los servidores sufrirán… pero el espectáculo será legendario».
Unpossess [Steam, acceso anticipado] parece ser lo que su título indica, un juego cooperativo de simulación de exorcismos en el que pueden participar de 1 a 4 jugadores, sacerdotes, médiums o lo que se tercie.
Está ambientado a principios del siglo XX e inspirado en películas sobrenaturales. Hay que hacer el papel de aguerrido exorcista encargado de resolver casos de posesión demoníaca. Ya sabes lo que se suele decir: cuando empieza un exorcismo, el demonio sabe que es hora de hacer la maleta y buscar otro sitio para molestar.
En cada misión, ya sea en solitario o acompañado, hay que purificar del mal diabólico las zonas afectadas, realizando rituales de exorcismo «de manual» para liberar a la persona poseída. Cuando se trata de un exorcismo colectivo, el demonio aprende que la «fuerza de la fe» se multiplica en equipo, así que más le vale tener cuidado. No está claro si el juego salpica o causa trastornos mentales al otro lado de la pantalla, así que… ¡cuidadín!
La Busy Bar es uno de esos inventos que parecen a la vez geniales pero a la vez extrañamente inquietante. Tal vez sea porque la página parece una galería de objetos y muñecos dibujados en 3D, notablemente falsos, o porque las promesas son vagas: aumentar la productividad mostrando tu estado en una barra física bien visible. Habrá que ver.
El caso es que a mi me parece que este tipo de inventos que suenan estupendos no son más que otra excusa para procrastinar la procrastinación, ofreciendo una productividad «mágica» que en realidad nunca vas a conseguir. Se supone que con unos mandos y una pantalla sirve de reloj Pomodoro (cuenta atrás), para poner mensajes en rojo bien visibles cuando no quieres ser molestado y cosas así. Cual prodigio tecnológico además se conecta con las aplicaciones, de modo que sabe cuándo estás haciendo streaming, en medio de una videoconferencia, etcétera, para actualizar el estado automáticamente.
Por casi 190 dólares, unos 175 euros al cambio, a mi me parece que otras soluciones más agrestes hay (un huevo temporizador de cocina y un letrero escrito a mano y pegado con un celo, vamos) pero bueno, este es más chulo y tiene un mando de ruedecita, además de un selector físico a la vieja usanza.
What the Car (MacOS/Windows) es un juego sobre un coche un tanto peculiar que recorre circuitos muy creativos a cual más WTF.
Teniendo en cuenta que una de las categorías más favoritas de toda la vida de los videojuegos son los de carreras de coches, What the Car? tiene todas las de ganar. Con el coche convertido en vehículo con piernas, submarino o chisme con alas de murciélago, aquí todo vale.
Según parece el mismo estudio tiene también What the Golf que es una versión tan WTFáquica y creativa como este juego de coches.