Cuenta el New York Times, que es un medio serio, que en California, Estados Unidos, hay cierto auge de robos organizados de Lego y otros artículos coleccionables, aunque a mi el total de 100.000 dólares en toda California durante 2024 poco me parece.
Entre ellos está el caso de un tal Sr. López, de 39 años, que dirigía una red y en cuya vivienda hallaron decenas de miles de piezas, cientos de figuritas decapitadas, cuidadosamente ordenadas por «expresión facial», y sets sin abrir valorados en más de 6.000 dólares. Además de eso en el garaje tenía unos 100 sets ya montados, cajas originales y embalajes, además del clásico fusil de asalto y una escopeta (esta vez de verdad, no de Lego) que todo californiano de bien ha de guardar en su casa.
Al parecer las bandas roban los sets en tiendas como Walmart o Target, y aunque tienen un precio entre 5 y 1.000 dólares pueden alcanzar precios desorbitados cuando son unidades exclusivas. Lo que encontraron estaba valorado en más de 6.000 dólares, aunque el mercado negro de Lego podría alcanzar cifras mucho mayores.
A López le pueden caer tres años en el talego. Tiempo más que de sobra para entretenerse montando legos. ¡El crimen plástico no compensa!







